Tipologías de parquet de madera

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Operario agujereando una lama durante la instalación de un piso de madera

La madera es un material muy utilizado en el ámbito decorativo, especialmente, en arquitectura y, como no, en interiorismo. Todo tipo de instalaciones: viviendas, negocios, oficinas… eligen disfrutar de algún que otro elemento que lo contenga. El parquet es uno de ellos y, también, muy extendido en los últimos tiempos.

Dada la fama que ha ido adquiriendo con el paso de los años y la importancia que lo distingue, hoy queremos hablar -en esta nueva publicación- de los tipos de parquet que existen y cuáles son sus características, pues a veces sucede que existe mucho desconocimiento al respecto, aún y la popularidad de esta moderna superficie.

¿Parquet o suelo laminado?

La primera diferencia que debemos tener clara es que existe el parquet y lo que se ha denominado suelo laminado. El parquet es un revestimiento de madera que, como particularidad, tiene un grosor mínimo de 2,5mm de este material. Si el grosor de la capa superior de madera es inferior a esa cantidad, deja de ser parquet; son laminados sintéticos.

Además, las características de la madera hacen que ésta transmita al parquet sus rasgos distintivos, convirtiéndolo en un elemento vivo donde cada pieza es única, con sus vetas, y nudos diferentes, por eso cada tabla es distinta. Y, otro factor innegable, es la autenticidad de la madera que otorga calidez, naturalidad y nobleza a cada pavimento.

La ventaja más distintiva del suelo laminado es su precio, más económico, pero no se puede reparar, así como el parquet real puede pulirse y barnizarse de nuevo.

Tipologías de parquet

Para clasificar los distintos tipos de parquet, debemos hacer una distinción previa y diferenciarlos según tres aspectos:

  1. Según el material empleado
  • Parquet de madera natural

El original. Está formado por lamas de madera natural de pino, cerezo, roble, nogal, haya, fresco, etc. A efectos prácticos -y lógicos- es el que mejor luce y el que más posibilidades ofrece, pero también, por su autenticidad, el más caro y el que más cuidados necesita. Existen tres tipos diferentes: el parquet multicapa, la tarima maciza o el parquet de tablillas.

  • Sintético o suelo laminado

Previamente, hemos aclarado que este tipo de suelos no deberían incluirse dentro la denominación de parquet, pues no contienen madera en su composición, sino materiales y fibras derivadas de la madera.

La capa superior, en realidad, es una capa decorativa que reproduce -en formato imagen- los dibujos y texturas de la madera, recubierta por varias capas de resina de melanina transparente. ¿El beneficio de ésta? Configura una capa muy resistente al desgaste, a la exposición a la luz solar, al agua y la humedad, y a todo tipo de contratiempos como golpes, arañazos o quemaduras.

Como decíamos, este tipo de suelo no permite ser lijado ni acuchillado, pero, y en caso de deterioro, es necesario sustituir el pavimento en su totalidad.

2. Según el método de instalación

  • Parquet encolado

Este método consiste, como bien se especifica, en encolar las piezas de parquet directamente al suelo. En estos casos hay que garantizar que el suelo está en buenas condiciones y que toda la superficie es homogénea.

  • Parquet en tarima

El parquet no se coloca en el mismo suelo. Se deposita sobre una base de listones de madera (éstos sí están clavados al suelo) que se encuentran separados entre sí unos 20-50 centímetros. Sobre los listones dispuestos de forma perpendicular a los rastreles, se colocan las lamas de parquet, clavadas a estos últimos. Las lamas suelen ir con lados machihembrados de forma que los tornillos no sean visibles.

  • Parquet flotante

Una de las variedades más conocidas e instaladas. La gran diferencia es que en este caso el parquet no va fijado al suelo, por lo que puede colocarse y quitarse fácilmente. Se dispone una base o lámina aislante de espuma de polietileno que aísla el parquet de la humedad del suelo y, a la vez, suple las irregularidades de éste, para lograr la homogeneidad necesaria y amortigua los golpes y el ruido.

Un error muy común estos años ha sido nombrar a los pavimentos de suelo laminado como ‘tarima flotante’ cuando no son ni tarima ni parquet.

Es la instalación más económica.

3. Según la unión entre piezas

  • Encolado

Como reza su nombre, la unión entre las lamas de madera y el suelo se realiza mediante pegamento, cola o algún tipo de material adhesivo.

  • Clavado

En este caso, la unión de las tablas con el suelo se realiza mediante tornillos -o clavos- en los rastreles. La unión entre lamas suele tener machihembrado (que puede ir encolado).

  • Clic

Las lamas de madera se unen entre sí mediante una junta especial, como piezas de puzle que encajan a la perfección, lo que les permite una unión sin uso de colas o clavos. Es la forma más rápida, sencilla y económica.