Parquet y sol: los efectos del verano

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Vistas de un salón con abundate sol directo en una gran ventana-terraza

El verano ya está casi aquí, y con él llegan los días de sol y calor. Llevamos todo el año esperando a que lleguen esas tardes y mañanas junto a la piscina, tostándonos al sol, tomando un refresco para mitigar el bochorno. O tirarnos fresquitos en el sofá con el aire acondicionado y relajarnos.

Aunque muchos aguardamos con ansia la llegada de esta temporada, cierto es que, también, tiene sus detractores. Son muchas las virtudes que el verano posee, pero a veces hay contratiempos que nos hacen ver esta estación del año de otra forma no tan optimista. Hay que poner atención a las plantas y regarlas a menudo para que no sufran sequía, recordar cerrar puertas y ventanas para mantener el mayor fresco posible en el interior de casa… Y en ese equilibrio, nuestro suelo no puede ser menos.

El parquet, como madera natural que es, sufre las consecuencias de los cambios de temperatura extremos y, también, sufre imperfecciones: tablas hinchadas o encogidas, grietas en la madera… Infortunios que pueden agravarse si no prestamos la debida atención. Por ello, es preciso estar atentos y preguntarnos -ante la temporada estival- cómo reacciona nuestro suelo y qué medidas debemos tomar para actuar como es debido y disfrutar del parquet perfecto durante el verano.

Factores que inciden en el estado del parquet en verano

La humedad es un factor determinante cuando hablamos de madera y de parquet. El grado de humedad es la condición ambiental con más incidencia y afectación. En referencia a ello, la madera actúa como una esponja y cuanta más agua absorban sus células más se hinchará, mientras que, por otro lado, si no tiene suficiente humedad, se secará y se contraerá, pudiendo mermarse en el proceso. Por ello, se estima que la humedad ambiental idónea que debemos guardar en casa para la estabilidad e integridad del parquet debe oscilar entre el 40% y el 65%.

Es importante hacer caso de las recomendaciones de nuestro instalador de confianza y de las del propio fabricante del parquet instalado. No está de más, antes de elegir uno u otro tipo, permitir que los profesionales en cuestión realicen un estudio previo del espacio para definir el tipo de madera que mejor se adecua a las circunstancias de nuestro hogar. De este modo, podemos ahorrarnos muchos de estos contratiempos que se sobrevienen con los cambios bruscos de temperatura, tanto en invierno como en verano, y escoger el que mejor interactúa con nuestro entorno atmosférico. Hoy en día gracias a la favorable evolución del mercado y de los materiales, no existen, prácticamente, contraindicaciones que desestimen la instalación de uno u otro tipo de parquet, pero nunca está de más seguir las directrices de los expertos para ahorrarnos cualquier problema.

Consejos a tener en cuenta

Además de hacer caso del consejo de los que saben, hay otras consideraciones que podemos tener presentes para huir de cualquier imprevisto y evitar que nuestro parquet se malmeta ahora que llega el calor. Por ejemplo, el uso de humificadores es una buena opción si tenemos exceso de sequedad, mientras que el aire acondicionado ayuda a, contrariamente, deshumidificar y resecar el ambiente.

Otro aspecto que causa grandes estragos en los suelos de madera es la incidencia directa y constante de la luz solar. Por esta razón, es conveniente evitar la exposición prolongada a los rayos ultravioleta con persianas y cortinas que oscurezcan la zona y refresquen la estancia.

Con estas sencillas indicaciones podemos estar completamente tranquilos por el correcto mantenimiento de nuestro parquet ahora en verano y disfrutar de su mejor cara todo el año, sin ningún contratiempo o imprevisto a la vista. Si tenéis cualquier duda sobre cómo cuidar de vuestro suelo de madera o estáis pensando en instalarlo, no lo dudéis y poneros en contacto con nuestro equipo; os ayudaremos a resolver todas vuestras preguntas.