Cuando instalamos parquet o tarima en nuestro espacio, además de escoger el que se adecue mejor a nuestras necesidades de presupuesto, debemos decidir qué tipo de acabado o barniz elegir. Es preciso conocer bien el tipo y calidad de barniz, material o acabado que queremos para nuestro suelo, tanto si hablamos de una instalación nueva como en el caso de tener que acuchillar o lijar el suelo ya instalado.
Aunque pueda parecer una elección fácil, el amplio abanico de oportunidades que el mercado ofrece (más allá de las limitaciones económicas) es verdaderamente inacabable, con el paso de los años, cada vez más. Por eso, a la hora de escoger un tipo de acabado, debemos pensar en todos los factores que incidirán en esa toma de decisión como nuestro estilo de vida o el mantenimiento que necesitará para lucir un aspecto bonito.
Como expertos en la instalación de parquet, en este nuevo artículo en nuestro blog Top Parquet, queremos hablaros del proceso de barnizado y de qué debemos tener presente a la hora de decidirnos por uno u otro, según las aplicaciones de éste.
Características del barniz
Barnizar, para ponernos primeramente en situación, es el proceso por el que aplicamos barniz sobre nuestro pavimento, mediante el método oportuno: brocha, rodillo, espátula… Este producto es una sustancia fabricada a base de resinas (naturales o sintéticas), disuelta en un líquido, que en contacto con el aire, se volatiliza y deseca, dando como resultado una película que protege la madera.
Aplicado sobre la madera, el barniz es uno de los acabados más populares y cumple con dos funciones básicas: protegerla frente a la humedad, que es la gran enemiga de la madera y puede provocar deformaciones (agentes meteorológicos, cambios drásticos de temperatura, derrames de líquidos, etc.), y embellecer o ensalzar su imagen.
Especialmente, protegen aquellas piezas (sillas, mesas, ornamentos…) o zonas (tarimas, suelo de parquet, estructuras…) expuestas al desgaste, ganando resistencia y una mayor durabilidad. Por eso su uso es muy común en todo tipo de elementos exteriores.
Hablando del parquet, que es lo que nos incunbe, según la superficie y material sobre el que se quiera aplicar el barniz concreto, existen diferentes tipos. Optar por el más adecuado dependerá de donde se halle ubicado y los factores que, como decíamos, pueden incidir en él, ya que no será lo mismo un suelo de comedor, que el del baño, o el de la zona del jardin y piscina.
Acabados para los suelos de madera
Os presentamos, a continuación, algunos de los principales acabados que existen y que son válidos para aplicar sobre los suelos de madera, ofreciendo grandes posibilidades.
Urea formal: un tipo de resina -o adhesivo- cuya principal propiedad es que, una vez moldeada, no se ablanda con el calor sino que se endurece debido a su estructura interna. El problema que entraña este producto es que es muy tóxico y su utilización se ha limitado en este aspecto, viéndose sustituida por el poliuretano.
Poliuretanos: Los más utilizados por el momento. Ofrecen mayores y mejores características, ya que son más impermeables, más elásticos y podemos elegir el resultado final entre brillo, satinado o mate. La resistencia a la abrasión es media. Es tóxico a la hora de aplicarlo y desprende un fuerte olor.
Barniz al agua: Tiene todas las cualidades para devenir el barniz del futuro. Los hay de muchas calidades. Son muy elásticos y muy resistentes a las manchas. Además, se puede escoger según la cantidad de brillo que queramos lucir en nuestro espacio entre brillante, satinado y mate. Al tener una base acuosa no huelen y, lo mejor respecto a los dos anteriores, no son tóxicos. Seca rápido.
Aceite: Muchos son quienes defienden el uso de productos de este tipo en la madera. Los aceites dejan un aspecto muy natural y sedoso, además de ser muy resistentes a la abrasión, algo que los beneficia para ser utilizados en espacios con mucho tránsito. Del mismo modo que el barniz al agua, no son tóxicos. El único inconveniente es que las manchas penetran a través de ellos y necesitan de un mantenimiento constante (cada seis meses, aproximadamente).
Cera: Era la opción que se usaba antiguamente en las grandes mansiones y palacios con suelos de madera. En la actualidad, con la amplia variedad de posibilidades, la aplicación de la cera ha quedado relegada. Al igual que el aceite, necesita de un tratamiento y es muy poco resistente a las manchas.
Si queréis conocer más sobre los acabados que podéis aplicar a vuestro parquet o necesitáis resolver alguna duda concreta sobre este tipo de suelos, no lo penséis más y hacednos vuestra consulta. Estaremos encantados de ayudaros y asesoraros en todo lo que preciséis.