Efectos de la humedad en el parquet

Como seres humanos, con todos los sentidos y percepciones de los que hemos sido dotados, solemos ser más conscientes y percibir, de forma más inmediata, los cambios y contrastes de temperatura que los de humedad. Hablando del interior de un espacio en el que hay parquet instalado, controlar esta característica -que es fundamental para la estabilidad de éste- no es tarea sencilla. Precisamente, la falta de exactitud (lógica) de este parámetro genera condiciones críticas que afectan, directamente, la madera. En invierno, por ejemplo, el funcionamiento continuo de los sistemas de calefacción promueve un clima seco que da lugar a fenómenos de retracción en la madera. Mientras que en verano, por el contrario, la presencia de equipamientos de refrigeración artificial, genera un ambiente fresco, mucho más húmedo, que tiende a causar dilataciones en la madera.
Por eso hoy, en este nuevo artículo de nuestro blog, Top Parquet, queremos ahondar en las características de la madera y los efectos que puede suscitar la humedad en ella y en los suelos de parquet.
Madera viva
La madera es un material que, como hemos venido hablando en otros artículos, se encuentra en la naturaleza. Es un ser vivo, sensible y en continua interacción con aquello que la rodea, lo que supone cambios en ella. Los árboles de la selva se adecuan a las características que ésta les ofrece, del mismo modo que los que crecen en la sabana. Es decir, según el lugar donde se encuentre, la madera de estos seres sufre las variaciones de humedad, temperatura, clima, etc., y se adapta a ellas para sobrevivir. Una simbiosis que podríamos observar si colocáramos en dos habitaciones distintas, una con mucha humedad y otra seca, un trozo de madera. En la más húmeda, veríamos como ésta absorbería parte de la humedad del espacio; mientras que en la del clima seco, la madera se comportaría de forma opuesta, siendo ella quien cediese parte de su propia humedad al ambiente.
En casa, no vivimos ni en un bosque tropical ni en un desierto como para someter a cambios tan drásticos la madera de nuestro suelo de parquet. Pero si que, inevitablemente, influimos en él cuando buscamos nuestra propia aclimatación según la época del año en la que nos encontremos. En esa búsqueda constante del equilibrio con el ambiente, la madera cambia lenta, pero inevitablemente. Las dilataciones y contracciones que se devienen de su adaptación hacen que se modifiquen la forma y las dimensiones originales. Por lo tanto, si esto ocurre en la naturaleza, no se hace difícil imaginar que esta actitud se desarrollará también en cualquier espacio donde ésta intervenga. Un verdadero problema para un pavimento que va a someterse a esos cambios ambientales (calefacción y refrigeración), además de poder mojarse -literalmente- a causa de pequeños descuidos e infortunios.
Tecnología salvadora
Las incertezas que podía sembrar la madera como suelo, afortunadamente, con el paso del tiempo se han podido disipar gracias al papel de la tecnología -y su evolución en estos años- la cual ha encontrado la solución al inconveniente. Uno de los puntos clave ha sido el hallazgo y práctica de la técnica de compensación de las tensiones, a través de la que madera ha vuelto a encontrar su estabilidad. Ésta se basa en encolar más estratos dispuestos sucesivamente con fibras cruzadas, de manera que, como resultado final, obtenemos a partir de un material simple y natural, un producto de alta tecnología y extraordinarias prestaciones estructurales. Un particular procedimiento que ha abierto nuevas fronteras en la utilización de la madera como suelo de parquet, así como en el mercado de éstos; y ha permitido apreciar sus aplicaciones, incluso, en las situaciones más complicadas.
Si todavía tenéis dudas sobre cómo la humedad puede afectar a vuestra instalación de parquet y por eso, aún, no os habéis decidido, no lo penséis más y poneros en contacto con nuestros expertos. Los técnicos de Top Parquet estamos aquí para ayudaros y asesoraros en todo lo que preciséis.