Características del suelo laminado

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Ejemplo de habitación con escritorio y suelo laminado instalado

Entre las diferentes opciones que nos ofrece el parquet, una de las más destacadas es el suelo laminado. Hemos ido haciendo referencia a distintas formas que existen res, en anteriores entradas de nuestro blog. Eso y las posibilidades que cada una de ellas nos brindan. Hoy, en este artículo, vamos a centrarnos en explicar las principales características de este suelo laminado, una de las varias opciones que encontramos en el mercado y que nos aporta grandes ventajas, entre las más destacadas, su resistencia a las rayadas.

Propiedades del suelo laminado

Para conocer bien los beneficios del suelo laminado, repasaremos cada una de sus características, de manera que entendamos porqué es una de las opciones más inequívocas a la hora de escoger el pavimento ideal y, así, podamos compararlo con el resto y no fallar en la elección final, teniendo siempre en cuenta nuestras necesidades reales y nuestro presupuesto.   

  • Resistencia a la abrasión

Es la característica más reconocida del suelo laminado y la encontraremos perfectamente tabulada en la norma UNE actual. En función de su resistencia hablamos de suelos laminados AC3, AC4 o AC5. La escala de esta característica -indispensable en cualquier suelo de parquet- va del 1 al 6, donde el valor numérico más alto (6, en este caso) es el que ofrece mayor resistencia. Gracias a esta clasificación, podemos comparar entre sí diferentes suelos y, al mismo tiempo, distintos laminados del mercado, con la total seguridad de que cumplen con los requisitos de los que precisamos.

  • Tipo de uso

No es lo mismo vivir solo en casa y pasar en ella unas pocas horas al día, que ser familia numerosa y pasar la mayor parte del tiempo en ella. Niños, mascotas, tacones, muebles, golpes, caídas… A todo ello nos referimos cuando hablamos del uso. Para cerciorarnos del grado de “resistencia al uso” debemos fijarnos en lo establecido por la norma EN-13329. Ésta clasifica los valores de uso entre los 21 y 34, ofreciendo información completa sobre el uso al que está destinado, y engloba la resistencia al desgaste u otros criterios como son la resistencia al impacto, a las manchas, a la humedad, etc.

  • Densidad de tablero

Este es un parámetro que poco se tiene en cuenta, en general, cuando debemos decidir qué tipo de parquet elegir y, en realidad, debería ser uno de los más relevantes.

Los suelos laminados suelen construirse sobre una base HFD, lo que significa que se ha ejercido, como mínimo, 800Kg/m3 de presión. Ello incide, directamente, en la absorción de humedad por parte del tablero, algo fundamental hablando de suelos de madera. A mayor densidad del tablero, menor capacidad de absorción de humedad y, por tanto, mayor estabilidad dimensional, es decir, menor movimiento por dilatación y contracción de las lamas.

  • Electricidad estática

Un buen suelo laminado tiene que ofrecer, normalmente, un tratamiento contra la electricidad estática. Gracias a ello, optimiza su uso en oficinas y establecimientos comerciales -o locales- de negocios, en los que proporciona, incluso, aislamiento acústico en las lamas para reducir el sonido a la pisada o la transmisión del ruido al piso inferior.

  • Otros

Existen, además de las ya mencionadas, otras características a través de las cuales medir la calidad de un suelo laminado.

• Resistencia a la decoloración por la incidencia de la luz.

• Resistencia a las manchas.

• Variedad de lamas.

• Precisión en el ajuste de piezas.

• Resistencia a la tracción del sistema de anclaje.

• Garantía del fabricante.

Todas ellas, suelen estar reflejadas en su correspondiente ficha técnica.

Sin lugar a dudas, pero, además de todos estos criterios que definen al suelo laminado como material en sí, no podemos obviar que, para completar una buena labor en la instalación de éste, hará falta un trabajo llevado a cabo por profesionales, que apliquen las normativas de instalación oportunas y sigan las instrucciones del fabricante, conociendo el producto a colocar y velando por un buen acabado.